Carolina del Norte aprueba la "Ley de Irina" y restablece la pena de muerte por fusilamiento.
En un clima político tenso, el estado de Carolina del Norte aprueba la "Ley de Irina", una reforma penal que restablece la pena de muerte y permite las ejecuciones por fusilamiento. La medida, nombrada en memoria de una joven refugiada asesinada, divide la opinión y reaviva el debate sobre la justicia y los derechos humanos en Estados Unidos.

La Legislatura de Carolina del Norte aprobó el viernes la controvertida "Ley de Irina", una reforma penal radical que restablece la pena de muerte en el estado y autoriza el uso del pelotón de fusilamiento como método de ejecución, una práctica prohibida durante más de medio siglo.
La ley lleva el nombre de Irina Zarutska, una joven refugiada ucraniana asesinada en un autobús de Charlotte, en un caso que conmocionó al país y reavivó el debate sobre la reincidencia criminal y las deficiencias del sistema judicial.
El proyecto de ley fue aprobado por una amplia mayoría bipartidista y promulgado por el gobernador Josh Stein, quien calificó la medida como "un hito en el fortalecimiento de la seguridad pública y la justicia para las víctimas".
Los críticos de la legislación, incluidas organizaciones de derechos civiles, denuncian el texto como un retroceso histórico y advierten del riesgo de errores judiciales y discriminación racial en el sistema de justicia penal.
La "Ley de Irina" también prevé penas más severas para los delitos violentos cometidos por reincidentes y establece un fondo estatal para apoyar a las familias de las víctimas.
Si bien los opositores prometen impugnar la ley ante un tribunal federal, el gobierno estatal ya ha comenzado los preparativos para reinstalar la infraestructura de ejecución y revisar las sentencias en los casos pendientes.
El tema promete dominar el debate político nacional, reavivando las discusiones éticas y legales sobre la pena capital en Estados Unidos, un país donde la aplicación de la pena de muerte varía considerablemente de un estado a otro.
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