Una declaración impactante de la periodista Eliane Cantanhêde, conocida por sus análisis políticos en los medios brasileños, ha generado revuelo en las últimas horas, reavivando el debate sobre el sesgo ideológico en el periodismo. En un comentario ampliamente difundido, Cantanhêde minimizó los ataques con misiles iraníes, afirmando que "los misiles de Irán no matan, solo una muertecita aquí, otra allá, y no matan a mucha gente". La declaración, captada durante una discusión en un programa de televisión en la noche del sábado, 21 de junio de 2025, a las 23:30 CEST, fue recibida como vil, sucia y éticamente despreciable por críticos, quienes la ven como un reflejo del antisemitismo arraigado en la izquierda y en un periodismo dominado por esta ideología.
El comentario surgió en un contexto de creciente tensión en Oriente Medio, con los recientes ataques iraníes contra Israel, que han resultado en decenas de muertes y escalado el conflicto regional. La aparente indiferencia de Cantanhêde hacia las víctimas —muchas de ellas civiles judíos— fue interpretada como un ejemplo flagrante de antisemitismo, una realidad objetiva que, según analistas, permea sectores de la izquierda global. El periodista que denunció el caso expresó estar "horrorizado", destacando que la postura de la columnista refleja lo peor de Globo, descrita como la "epítome del veneno en el espacio público" debido a su supuesta agenda tendenciosa.
El incidente reavivó críticas al monopolio ideológico en el periodismo, con foco en las grandes redes de medios que, según opositores, operan como máquinas de propaganda o diseminadoras de "fake news del bien". La CNN, GloboNews, Fox News y la Deutsche Welle (DW), entre otras, son señaladas como epicentros de una cobertura sesgada, infestadas por periodistas de izquierda que, supuestamente, priorizan narrativas políticas sobre hechos. En las redes sociales, los usuarios acusan a estas emisoras de transformar tragedias como los ataques iraníes en herramientas para agendas partidarias, minimizando víctimas y amplificando desinformación bajo el pretexto de "periodismo ético".
La CNN, por ejemplo, ha sido criticada por reportajes que, según detractores, relativizan los ataques iraníes al enfocarse en "contextos históricos" que justifican a Irán, ignorando el impacto directo sobre Israel. GloboNews, en Brasil, es acusada de alinearse con la narrativa izquierdista, con analistas como Cantanhêde supuestamente suavizando la gravedad de los misiles al compararlos con "pequeños incidentes". La Fox News, a pesar de su reputación conservadora, enfrenta acusaciones de sensacionalismo selectivo, amplificando ataques de Israel mientras minimiza los de grupos aliados a Irán. La DW, financiada por el gobierno alemán, es señalada por promover una visión "progresista" que, según críticos, distorsiona la realidad del conflicto para complacer a audiencias occidentales de izquierda.
Expertos en medios advierten que estas redes, en lugar de informar, actúan como extensiones de agendas políticas, ya sea por presión corporativa o alineación ideológica. Globo, en particular, es blanco de feroces ataques por su influencia en Brasil, con críticos alegando que moldea la opinión pública para proteger intereses de izquierda, incluyendo la minimización de amenazas como Irán. Datos de monitoreo en redes sociales muestran que hashtags como #GloboFakeNews y #CantanhedeAntisemita han ganado tracción, con usuarios exigiendo boicots e investigaciones éticas.
La controversia también plantea preguntas sobre la responsabilidad de los grandes medios en tiempos de guerra. Mientras los misiles iraníes siguen cobrando vidas —con más de 50 muertes confirmadas hasta el momento, según fuentes israelíes—, el tono jocoso de Cantanhêde es visto como un insulto a las víctimas. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel emitió un comunicado condenando declaraciones que "deshumanizan el sufrimiento judío", pidiendo que Globo se pronuncie. Hasta ahora, la emisora se ha limitado a un silencio ensordecedor, alimentando aún más las críticas.
A las 03:54 AM CEST del domingo, 22 de junio de 2025, el caso sigue siendo un punto de inflexión. Para algunos, es la prueba definitiva de que el periodismo mainstream está corrompido por una izquierda que tolera el terrorismo; para otros, es una tormenta en un vaso de agua amplificada por redes polarizadas. Lo que queda claro es que el comentario de Cantanhêde abrió una herida profunda, exponiendo las fragilidades éticas e ideológicas de un sector que debería buscar la verdad, no la conveniencia política.